Apenas Keterlin Kaefer, de 32 años, empleada bancaria de la ciudad de Novo Hamburgo, al sureste de Brasil, quedó embarazada, supo que se enfrentaba a un problema legal. La jurisdicción brasileña no acepta su relación como una familia, y le impide casarse, como, tampoco, ponerle el apellido de cada uno de sus progenitores a su futuro hijo, que nacerá a mediados de octubre. ¿Por qué? Porque ella forma parte de una relación amorosa y familiar de trío con otra mujer y con un hombre que sí están casados.
Pero "Kety", como le dicen cariñosamente, estaba decidida y, junto a su pareja (o vértice del trio), Denis Ordovás, de 45 años, y su esposa (y otro vértice del triángulo amoroso- familiar) , Leticia Pires, de 51 años; lucharon contra la justicia de su país para que fueran reconocidos como el trío amoroso que son hace diez años, o como el tribunal lo determinó, una "unión estable poliafectivan. Y lo lograron. Un tribunal federal del estado sureño de Rio Grande do Sul, oficializó esta semana la relación entre Keterlin, Letícia y Denis, luego de que en 2013 se conocieran trabajando en el banco de la ciudad, lo que les permitirá registrar al hijo de los tres con los apellidos de sus progenitores. "Las familias están cambiando y ya era hora de que estas relaciones fueran vistas (por la justicia)", afirmó Leticia al contar su historia a O Globo.
Denuncia y apelación
Teniendo en cuenta que las leyes no estaban a su favor, tras la noticia del embarazo, el trío consiguió un abogado e impusieron una denuncia ante el 20 Juzgado de Familia y Sucesiones del Distrito Judicial de Novo Hamburgo, para que fueran reconocidos como el padre y las madres del pequeño Yan, como han decidido bautizarlo. Anteriormente, habían intentado muchas veces poder regularizar su situación, pero ningún notario ni ninguna notaría de Rio Grande do Sul accedió a autorizar la formalización. La batalla que estaban dando era difícil, pues hasta el momento las únicas respuestas que habían tenido de la justicia era que Denis se divorciara de Letícia para luego casarse con Keterlin, pero eso no solucionaba Io que querían, que su hijo tuviera los tres apellidos, entonces apelaron.
Dictamen de amor
Luego de que los tribunales locales rechazaran su petición, y tras la apelación que hicieron a instancias federales, finalmente el Tribunal de Justicia de Rio Grande do Sul (TJRS) sentenció que se reconoce oficialmente la relación desde 2013 que hay entre Keterlin, Letícia y Denis, y los autorizó a inscribir a Yan, con los apellidos de su padre y sus dos madres, publicó el medio local, "Jornal NH". Según las palabras del propio juez, Gustavo Borsa Antonello, "lo que identifica a una familia es el cariño, ese sentimiento que une corazones y que une vidas", afirmando que es precisamente esa expresión de afecto la que ha primado en los diez años de relación que mantienen los padres de Yan. "La unión de los tres está revestida de respeto, continuidad, cariño y con el objetivo de constituir una familia y buscar la felicidad", enfatizó el magistrado, detalló "Gl". A pesar del dictamen favorable, la decisión podrá ser apelada por el Ministerio Público.