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Emile Ritter (32), conocido como Milo o Miloman, como si fuera un superhéroe, conquistó la segunda medalla de oro para el Team Chile en la modalidad de saltos del esquí náutico, con una marca de 64,7 metros en la laguna de Los Morros, San Bernardo. Lo extraordinario, además, es que el chileno superó un escollo inesperado. Tuvo que competir con esquís prestados.
El ingeniero, radicado en Estados Unidos, consiguió la presea en su segundo intento, dejando atrás al canadiense Dorien Llewellyn (64,5) y el argentino Tobías Giorgis (63,3).
Antes de levantar los brazos, en señal de victoria, tuvo que esperar el último salto del trasandino, pero en lugar de quedarse a observar el desenlace, prefirió no mirar nada, absolutamente nada, como cuando alguien, por los nervios, voltea la vista en el lanzamiento de los penales en el fútbol. Se retiró a los camarines a cambiarse de ropa.
Ya consumada la victoria, apareció con su pequeño hijo Rua en brazos a recibir las felicitaciones del emocionado público que se congregó en torno del agua.
Durante la ejecución de sus saltos, el multimedallista nacional Felipe Miranda lo asesoró en todo momento, con indicaciones técnicas. No importó que Ritter lo haya dejado afuera del equipo panamericano tras obtener mejores resultados durante el año.
"Una semana atrás, con tres días de entrenamiento, se me rompieron los esquís. Bueno, entre probar y probar estaba Felipe aquí con los suyos, aunque no estaba compitiendo. Me dijo: probemos los míos. Esos esquís son un poquito más anchos, por lo que las primeras esquiadas fueron muy raras y todo era muy distinto. No me imaginé que iba a cambiar tanto, pero hoy se sintieron como los míos y conecté el salto que necesitaba".
¿Quizás en esos esquís también estaba el talento de Felipe?
"Sí, siempre hemos estado saltando juntos y nos hemos apoyado mutuamente. Ahora le tocó a él prestarme los esquís, pero yo también se los he prestado. Así que es una buena conexión y un apoyo que se da en el equipo".
¿A qué se dedica en Estados Unidos?
"En Estados Unidos trabajo en una fábrica que hace esquís de agua, para el slalom. En la mitad del día estoy haciendo esquís, en la otra hago clases en una escuela de esquí. Estoy en Utah, al norte de Estados Unidos. Ahora volvemos a la nieve".
¿Los esquís que fabrica son artesanales?
"Se trata de esquís muy específicos, de alta competencia. Yo los hago con mis propias manos".
¿Desde cuándo practica este deporte?
"Mi papá me enseñó cuando tenía 3 años, por lo que el esquí ha sido mi deporte de toda la vida. El esquí consta de tres disciplinas: salto, figuras y slalom. Y cuando me decidí por este me dediqué a ser saltador, porque la verdad hacer las tres juntas es muy difícil. Ahí me enfoqué un poquito más en lo mío y me definí por esta especialidad, pero he estado toda la vida esquiando".
El flamante campeón también habló de sus afectos: "Esto es un triunfo familiar. Nunca salto solo. Tengo a mi señora, Antonia Wahr, que me apoya todos los días, como también mi hijo y la hija que viene en camino".
Ritter se colgó al cuello la segunda medalla de oro conseguida en el esquí acuático. La primera, justamente, pertenece a Felipe Miranda, en overall, durante los Panamericanos de Toronto 2015.