A las 10.53 horas, este miércoles, un tuiteo dejó plop a un buen número de chilenos. "Creímos en Grande. El Mundial Centenario 2030 comienza donde todo se inició. ¡Uruguay, Argentina y Paraguay serán sedes de los partidos inaugurales del #Mundial Centenario", publicó Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol, junto a una selfie, modo winner, en la que aparecía con Chiqui Tapia, Ignacio Alonso y Robert Harrison, presidentes de las Asociaciones de Fútbol de Argentina, Uruguay y Paraguay, respectivamente. ¿Dónde estaba Pablo Milad, presidente de la ANFP? ¿Tomando la foto? Chile no aparecía por ningún lado en el anuncio, pese a formar, supuestamente, parte de la candidatura al Mundial 2030.
En un ninguneo inesperado, que luego se supo fue ratificado por la FIFA, nuestro país quedó fuera del proyecto que anunció el presidente Sebastián Piñera, en febrero de 2019, y que se ratificó en 2022 con la creación de la Corporación Juntos 2030, que coordinaría los esfuerzos de cuatro gobiernos y cuatro federaciones de fútbol.
Con el pasar de los minutos, otro hecho se confirmó: el formato de la Copa del Mundo será inédito y con una logística complicada. Partirá en el subcontinente, pero continuará su desarrollo, a unos 9 mil kilómetros de distancia, en España, Portugal y Marruecos, luego de que la FIFA decidiera en una reunión por Zoom, que "la única candidatura será la oferta combinada de Marruecos, Portugal y España que organizará el evento en 2030", tal como comunicó más tarde oficialmente. El rumor daba vueltas desde el fin de semana: Gianni Infantino, presidente del organismo, asistió al matrimonio del ex futbolista brasileño Ronaldo con la modelo Celina Locks, en Ibiza, y comentó, en reiteradas ocasiones, que aquella era su candidatura favorita, según reveló Juanma Castaño, de cadena COPE de España.
Argentina, Uruguay y Paraguay organizarán "cada uno un partido de la Copa Mundial 2030", aclaró Infantino. El partido inaugural se jugará en el estadio Centenario de Montevideo, "precisamente para celebrar la edición centenaria de la Copa Mundial", dijo el suizo. En el comunicado de la FIFA no hubo mención a Chile.
El presidente de la Conmebol intentó explicar el portazo a nuestro país. Dijo que no estaba en el proyecto original y "es una decisión que la toma FIFA, no nosotros". "En realidad originariamente se hablaba de dos países que eran Uruguay y Argentina. Luego se amplió el Mundial de 32 a 48 equipos y se agregó en ese contexto a Paraguay y luego se agregó a Chile. Es cierto que en esta oportunidad no está Chile, lo que no significa que no vamos a trabajar para que Chile o esté o le encontremos algo de esta talla", dijo.
Tres horas después del bombazo apareció Milad para comentar la decisión y repartió culpas. "Nos sentimos muy dolidos", aseguró el presidente de la ANFP en una conferencia de prensa, detallando que la decisión fue "un acuerdo unánime" del Consejo de FIFA, compuesto por 37 miembros. Por Sudamérica participan el presidente de la Conmebol y cuatro representantes más, de Uruguay, Brasil, Ecuador y Colombia.
"Fue una decisión netamente del Consejo de la FIFA. Los criterios de exclusión son cuestionables, pero me dijeron lo siguiente: Montevideo por derecho propio y el primer Mundial del año 1 930, Argentina por ser el campeón actual y Paraguay por ser la sede de Conmebol", explicó Milad sobre el acuerdo, añadiendo "esto no se trata de una persona, esto se trata de un gobierno porque estamos postulando por un gobierno".
"Nos hemos enterado por el sitio web de la FIFA, lo que resulta algo curioso", dijo Jaime Pizarro, Ministro del Deporte.
Como si fuera poco, Robert Harrison, presidente de la Asociación Paraguaya de Fútbol, adelantó que los tres países involucrados "ya están clasificados" al torneo. Los otros siete países de la Conmebol, incluido Chile, lucharán por esos 3,5 cupos restantes.
¿Cómo se pudo excluir a Chile? Gabriel Gaspar, ex embajador de Chile en Colombia y Cuba, cientista político y analista internacional, aclara el rol de la FIFA y su funcionamiento. "Los objetivos de la FIFA no están dirigidos a institucionalizar la cooperación internacional, sino a promover el fútbol en el mundo, organizando torneos y competencias. Su finalidad es económica y, en los hechos, es más bien un poder fáctico transnacional. La FIFA se relaciona con jefes de Estado, jefes de gobierno, empresas y con personas de múltiples nacionalidades, pero no está integrada por Estados, sino por asociaciones responsables de organizar y supervisar el fútbol en sus países. Domina la organización de los eventos como las copas del mundo y cuenta con capacidad de sanción, ya sea excluyendo, multando o castigando a equipos, asociaciones y jugadores, incluso de manera arbitraria".