Durante este miércoles algunas personas llegaron hasta el sector donde están ubicados los edificios Miramar y Santorini, en Viña del Mar, para retirar algunas cosas de sus departamentos, proceso ahora visado por las autoridades.
Muchos residentes partieron con lo puesto cuando los obligaron a evacuar, por lo que se fueron directo a sus closets para recuperar su ropa. Pero muchos de esos departamentos son segundas viviendas, así que también son hartos los propietarios que han optado por dejar muebles y otros enseres ahí.
Para poder entrar a los edificios, las personas -y sus acompañantes- deben llevar un documento firmado ante notario, el que básicamente exime de responsabilidad a las autoridades en caso de que algo ocurra.
Así dice el documento: hago presente que he tomado pleno conocimiento del riesgo que implica, tanto para mi persona y bienes, el ingreso a dicho inmueble y a la zona aledaña a éste, debido a posibles nuevos desplazamientos de tierra, de posibles colapsos estructurales o de cualquier otro potencial accidente que se pudiese generar en el lugar debido al socavón...".
El texto da cuenta de que el firmante fue informado de las medidas de seguridad que se tomaron para que las personas pudieran retirar sus enseres y, al final, se les hace renunciar a cualquier acción penal por algún problema que se pudiera producir durante la visita.
"Dejo expresa constancia que por este acto declaro que renuncio expresa e irrevocablemente a toda acción y/o recurso jurisdiccional que pueda nacer de las situaciones descritas en el párrafo anterior y que eximo de toda responsabilidad derivada de los mismos tanto a la Delegación Presidencial Regional de Valparaíso, Senapred, al Ministerio de Obras Públicas, Sernageomin, la Municipalidad de Viña del Mar (...) y a los funcionarios dependientes de estos, en relación a cualquier daño o perjuicio que se genere en contra de mi persona o bienes a raíz de los riesgos inherentes existentes con motivo del ingreso al perímetro de restricción".
El director regional de Senapred, Felipe Estay, aseguró que las personas van a entrar a un perímetro de riesgo y que se trata de una excepción. Se accedió porque ellas mismas lo solicitaron.
"Lo consideramos absurdo"
Manuel Ludueña es propietario en el Miramar Reñaca y vocero de los vecinos. Cuenta que hay opiniones diversas respecto al documento en cuestión."Hay vecinos que no quieren firmar. El poder nos llegó recién el martes, lo consideramos una burla. Las empresas de mudanza también tienen que firmarlo y no sabemos si los peonetas van a querer hacerlo, además del costo que implica", plantea.
Y agrega: "Lo consideramos absurdo. ¿Para qué nos hicieron esperar un mes para entrar a los departamentos, si igual van a dejar bajo nuestra responsabilidad que ingresemos? Esto ha generado un desconcierto entre los vecinos y estamos muy molestos. Hay vecinos que van a firmar porque necesitan sacar cosas y otros a los que no les interesa firmar el documento. Yo no sé aún si lo haré".
No deja alternativa
La abogada Karina Piña, directora de la carrera de Derecho
de la UDLA, explica que el documento es un
consentimiento informado, que es un acuerdo entre dos
partes, pero dice que en este caso "es prácticamente un
instrumento de adhesión, porque no le da la oportunidad a
ellos (vecinos) de consensuar las cláusulas para poder
hacer presente hasta dónde se extienden los límites de la
responsabilidad de cada parte". "De repente esos documentos podrían ser impugnados porque no hay una claridad respecto a lo que se pretende lograr con él cuando la persona que firma está muy ofuscada, preocupada y tiene que rescatar sus cosas. Acá hay un tema patrimonial que no es menor, es un derecho importante. Es su patrimonio el que está ahí y se ven un poco obligados a firmar para poder rescatar sus cosas".