Inmerso en sus propias reflexiones, Daniel Valenzuela intenta encontrar el concepto que podría describir su actualidad. Tras unos segundos, da con él. "La verdad es que hoy siento mucha tranquilidad", reconoce el comunicador de 47 años, padre de las adolescentes Alondra (12) y Eloísa (1 5), rostro ancla de "Emprendidos" (lunes a viernes, 10 a 12 horas, Tevex TV) y cerebro detrás de las productoras Ta Te y FED. Su momento de calma, no sólo convive con agendas llenas tanto en su mundo laboral como familiar, también coincide con una particularidad íntima: lleva casi tres años soltero.
"Desde principios de 2021 estoy sin pareja, en mi adultez es el periodo más extenso que he vivido de soltería", retoma nuestro protagonista, quien después de su separación en 2013 con la madre de sus hijas, Paloma Aliaga, registró relaciones importantes con nombres como Yamila Reyna, Marité Matus y Camila Andrade. "Ando cómodo, muy tranquilo así", expresa.
La soltería, Daniel.
"A ver, creo que estar soltero me trae mucha paz. Me permite hacer foco en muchas cosas que para mí son relevantes. Por ejemplo, mis hijas. Todo el tiempo libre que tengo es para ellas. Soy consciente de que con 15 y 12 años, no queda tanto como para mantener su atención. Entonces, soy súper consciente de esa situación. Hoy día, a mis 47, quiero eso. Además me estoy sacando la cresta trabajando en varias cosas".
¿No tiene tiempo?
"Tampoco tengo tiempo de calidad como para entregarlo. O sea, si me meto en una relación voy a quedar de nuevo con el impulso, porque en la práctica no tengo el tiempo suficiente, no tengo la dedicación suficiente ni las ganas tampoco. Te diría que conscientemente estoy muy contento de estar soltero. No solo, pero soltero. Estoy muy contento de no tener compromisos. Por dos cosas, porque no quiero, principalmente, y porque en el fondo no tengo el tiempo. Lo veo como una pega más".
¿Una pega?
"Claro, uno en una relación tiene responsabilidad afectiva. Si involucras a una persona en tu vida, necesitas tiempo, compartir espacios, decisiones, panoramas, un montón de cosas... entonces digo ¿ para qué? si estoy tan tranquilo así . Tengo esta paz, ¿para qué cambiarla? Entonces digo no, prefiero quedarme así ".
Daniel establece que en el pasado puso mucho de sí en las relaciones ("fui entregado"), que es un romántico y que es "rico sentir que alguien te vuela la cabeza. Tendría que vivir algo muy fuerte para convencerme de que puedo arriesgarme e hipotecar esta tranquilidad, esta paz que tengo hoy. Creo que estoy más consciente y maduro. Antes no racionalizaba tanto. Era más corazón, más guata que cabeza. Hoy le meto más mente y estoy feliz así".
Como ejemplo de lo anterior, el animador precisa que las veces que se ha sentido atraído a alguien, se acerca pero "con frenos definidos". "Cuando conozco a alguien me pregunto ya, pero ¿qué tal si nos entusiasmamos ? Como que proceso mucho más la cosa. Me cuestiono si valdrá la pena arriesgarme y a veces me privo. Entonces, sigo acercándome y conociendo gente, pero más como un juego de mutuo acuerdo".
¿Cómo es eso de que se frena?
"En este tiempo he conocido gente y lo que he aprendido es a frenarme antes, aunque ya pasara algo. Antes me costaba un montón hacer eso. Y bueno, ahora lo he dicho. Yo la verdad no sirvo ahora para estar en pareja o no quiero estar en pareja, es rico conocerte, compartir, pero no puedo crecer más con esto . Me ha pasado y es chato igual, pero es súper necesario".
Última reflexión sobre su soltería, Daniel.
"A ver, no es que otra persona genere un caos en la vida, pero sí creo que afectaría ese estado de tranquilidad que tengo. Para arriesgarme a eso tendría que aparecer alguien que me vuele la cabeza, pero eso no ha pasado. Estoy más racional, más viejo también, quizás más mañoso. Mi foco ahora está en vivir más tiempo con mis hijas y seguir trabajando fuerte en lo profesional".