La Corte de Apelaciones de Concepción rechazó un recurso de protección interpuesto por los padres de cuatro estudiantes en contra del Colegio de los Sagrados Corazones, de esa ciudad. Sus hijos se quedaron sin ceremonia de licenciatura de 40Medio el año pasado, ya que fueron castigados por crear y difundir por redes sociales una llamada "lista negra'.
En esa ocasión, 22 jóvenes fueron sancionados por el establecimiento vinculados al grupo de WhatsApp donde se difundió la "lista negra", que incluía agresiones verbales, descalificaciones y ofensas a otros estudiantes y también a profesores.
Rolando Ramírez, abogado que representa a los padres de los cuatro jóvenes, asegura que todo el grupo recibió una sanción, pero quienes se llevaron la peor parte fueron los hijos de sus clientes. "El punto del alegato no se trata de eludir responsabilidades ni validar el ciberbullying. El reclamo es porque consideramos que el colegio no respetó los estándares mínimos del debido proceso, derecho de defensa y rendición de pruebas", comenta.
Dice que el problema no es el castigo en sí, aplicado a los escolares sino 'cómo determinaron esa sanción, cómo llegaron a esa conclusión en su investigación". Alega que los padres no tuvieron acceso a las pruebas sobre la "lista negra" y que se les dio un plazo "corto" de cinco días para presentar descargos. Las cuatro apelaciones de los acusados fueron desestimadas por la rectora.
Los castigos
Según aparece en el fallo, la investigación interna del colegio determinó que el incidente involucró a 22 estudiantes. Para otorgarles una sanción se les dividió en grupos de acuerdo a su grado de participación: primaria, secundaria y terciaria.Participación primaria: Cuatro estudiantes fueron acusados de "gestar, organizar y liderar la elaboración de la lista negra". Como castigo, se les prohibió asistir tanto a la ceremonia de la licenciatura de 40 medio como a una reunión de firma de libros de egresados. Además, tuvieron que elaborar una carta de disculpas.
Participación secundaria: Este grupo de ocho estudiantes son quienes "aportaron nombres de estudiantes, profesores y/o apelativos a ellos en la lista negra", dice el fallo. Su sanción fue la prohibición de participar en la ceremonia de firma del libro de egresados y escribir una carta de disculpas.
Participación terciaria: Nueve estudiantes, que según el colegio, "hicieron comentarios sobre la lista negra , pero no propusieron nombres y/o apelativos". Su penitencia fue tener una "conversación reflexivo-formativa junto a un sacerdote de la comunidad". Además hubo un estudiante de primero medio acusado de difundir la lista, quien recibió ese mismo castigo.
¿Y el colegio?
Carmen Gloria Garrido, directora de la Escuela de Educación de la Universidad Andrés Bello, considera que "los colegios tienen su protocolo de convivencia y deben ser respetados, porque si no, no tiene ningún sentido que los tengan".
Sin embargo, la directora agrega que "no sé si comparto a veces las sanciones. Yo creo que falta un proceso intermedio, un proceso conversacional, un proceso de darse cuenta. Pero entiendo que cuando se salen de la raya y hay situaciones de bullying, no puede ser aceptado. No debe ser aceptada ninguna situación de esa naturaleza".
En el caso de la "lista negra", considera que "el colegio se tiene que hacer cargo de que hay responsabilidad formativa también. Es decir, ¿Por qué se escapa esto? ¿Por qué se hace bullying? ¿Por qué se considera que una broma de término tiene que ser de esa naturaleza? Ahí hay una cuestión que tiene que ver con una revisión interna de qué está pasando en la formación valórica", cierra.