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Valeria Ortega y el británico Jonathan Lawn

Frente a 200 invitados, Valeria Ortega y el británico Jonathan Lawn se casaron este sábado en el centro de eventos Vista Santiago, ubicado en el Cerro San Cristóbal. La preparación de la comunicadora comenzó a eso de las 14 horas en el hotel Mandarín y entre las personas que la acompañaron estuvieron Bernardo Santander y Gio Risso, diseñadores de Casa Santander (@casa.santander) y responsables del vestido de novia. "Nosotros la ayudamos a vestirse y nos fuimos antes al lugar de la ceremonia para que cuando ella llegara, montar los detalles finales", explican.

Los festejos de la pareja partieron el viernes con un cóctel para 100 invitados en el bar Siete Negronis. El domingo, tras la fiesta, tendrán un asado familiar donde se sumarán los treinta invitados que llegaron desde el extranjero. La organización del matrimonio estuvo a cargo de Soledad Provens y el proceso para el vestido de novia comenzó en abril. Por esos días, tras un par de conversaciones, concordaron "en un diseño que nos gustó a todos pero en la práctica uno empieza a probar y se te ocurren más cosas", revela Valeria.

Así fue como los diseñadores le preguntaron si quería agregar algún objeto suyo al vestido con el fin de "personalizar" aún más la propuesta. Ahí la creadora de contenido pensó en la corona que ganó al ser elegida Reina del Festival de Viña en 2012. "No recordaba que la tenía guardada. Para mí esa fue una etapa muy entretenida, de mucha juventud, energía, de mucho querer hacer cosas y donde la televisión era muy distinta a lo que es ahora. La campaña que hicimos con Bienvenidos fue hecha a mi medida, me sentí muy cuidada y estaba fascinada. Guardo muy buenos recuerdos de esa época", afirma. "La idea es que mi vestido de novia fuese sólo para mí y para nadie más. Es clásico, elegante y me atrevo a decir que no he visto nada similar en Chile", suma.

"El vestido es un espectáculo. Tiene drama, mucho trabajo a mano muy minucioso, mucho brillo y una cola de más de cuatro metros", aseguran Gio Risso y Bernardo, quienes sumaron a seis personas a la elaboración de la pieza. "La idea de agregar cristales de la corona del Festival es que llamara la atención y que rompiera con el esquema del look clásico de novia. Sacamos piedra por piedra y agregamos unas doscientas al vestido", detallan.

Junto con crear el look para la ceremonia, Casa Santander estuvo a cargo del outfit que la periodista usó el viernes en la fiesta previa. "Con ella trabajamos un concepto muy elegante y moderno", agrega Bernardo Santander.

La jornada

Durante la planificación de la boda, Valeria y su marido, quienes ya son padres de Sienna y Oliver, siempre tuvieron en mente mezclar rituales locales con protocolo inglés y otras dinámicas anglosajonas, como las damas de honor. Así decidieron que uno de los mejores amigos de Jon oficiara la ceremonia porque "él ya tiene experiencia en ese ámbito. Elegimos a tres personas para realizar discursos en la fiesta y Jon igualmente preparó unas palabras". "La mezcla de culturas provocó algo muy entretenido en los invitados. Por ejemplo, los amigos de mi marido lo único que esperaban era vivir la experiencia latina, escuchar reguetón y quedaron fascinados con la idea de que la fiesta se extiende hasta las 4 AM".

En los días previos, la pareja entretuvo a los invitados extranjeros y la periodista se hizo el tiempo para cuidar su rostro en Clínica Terré, mantener su cabello sano en Ohlalá! Studio, entre otros regaloneos.
Valeria Ortega se casó con vestido de novia que incluyó cristales de su corona de Reina de Viña

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