Probablemente una de las innovaciones más efectivas para evitar el robo de vehículos estacionados haya sido la llave con chip incorporado.
Antes de eso, como aparecía en las películas de los años 80 hacia abajo, el ladrón ingresaba al vehículo, unía un par de cables debajo del panel del conductor y hacía andar el motor en cosa de minutos. Con la llave con chip eso ya no funciona. Sin la llave original cerca, la del propietario, no hay manera que el auto arranque.
Pero, una por otra. Como confirma el vocero del Servicio de Entrega y Búsqueda de Vehículos de Carabineros (SEBV), teniente coronel óscar Valdés, tanto éxito tuvo este sistema que provocó un aumento exponencial de los asaltos a los conductores. Así fue como nacieron los portonazos y las encerronas.
Sin embargo, los delincuentes, siempre a la vanguardia en materia criminal, pareciera que encontraron una brecha tecnológica para volver a robar vehículos estacionados.
El robo
Cerca de las tres de la tarde del lunes, se denunció el robo
de una camioneta que se encontraba estacionada en Las
Condes. Carabineros detectó el vehículo e inició una
persecución. La carrera terminó en la Autopista Central a
la altura de Rondizonni, con la camioneta chocada y tres
personas detenidas. Lo novedoso del caso es lo que la
policía encontró en poder de los ladrones. "Estos sujetos', explica el teniente coronel Valdés, "contaban con un sistema tecnológico que les permitía hackear el código de seguridad del auto que activa el encendido automático, el pushstar (o encendido con botón)".
Este sistema de arranque con botón funciona con una llave inteligente, que porta el conductor, y que debe estar cerca del auto para poder accionarlo. Luego, el sistema del vehículo reconoce el código de esta llave inteligente y desbloquea el encendido, lo que permite que, al apretar el botón de start, el auto arranque. Lo que hicieron los delincuentes fue hackear el sistema que permite leer el código de esta llave inteligente y enseguida fabricaron una llave nueva en base a ese código.
"Para ello usaron un scanner, un aparato que sirve para diagnosticar las fallas en el sistema eléctrico del auto (y que se puede adquirir en el mercado formal), e ingresaron al OBD2 (On-board diagnostics 2, o diagnóstico a bordo 2), un sistema de autodiagnóstico que permite monitorear el motor y los distintos sistemas del automóvil", dice Valdés.
Para ingresar al OBD2, el scanner se conecta al puerto OBD2 (como quien ingresa al puerto USB de un computador), que por Io general se ubica a un costado del asiento del conductor. La diferencia es que este scanner está modificado para que, en lugar de diagnosticar el auto, pueda interceptar el código del encendido automático ("que es similar al pinpass de un banco, por ejemplo", explica Valdés), fabricar una llave inteligente propia con un computador, y engañar al sistema haciéndole creer que se trata de la llave del titular".
Luego, los delincuentes aprietan el botón start y arrancan. "Lo único más o menos violento que tienen que hacer es abrir la puerta del auto, pero para eso tienen miles de maneras de hacerlo", dice Valdés.
Otro perfil
Pero, en definitiva, se trata de un robo no violento que
aumenta las probabilidades de que el auto salga indemne.
"Por eso, el perfil de este tipo de delincuentes es
totalmente distinto al de las encerronas y portonazos",
dice el teniente coronel Valdés. "En los asaltos, los
delincuentes en general son adolescentes; en este tipo de
robos, en cambio, los ladrones son adultos avezados, que
manejan mucha más información y conocimiento, y que ya
tienen un mercado para vender y clonar los autos. Ellos no
se arriesgarían a robar un auto en un asalto, porque
aumenta el riesgo de que los atrapen y de que el auto
termine dañado. No les sirve un auto con marcas de
balazos, por ejemplo".Los tres detenidos, de hecho, eran adultos y quedaron en prisión preventiva. Todos ellos tenían antecedentes penales.
Lo bueno, como para no alarmarse tanto, aclara el teniente Valdés, es que este sistema no sirve para todos los modelos y marcas de automóviles. Solo en algunos pocos, "aunque mejor sería no dar el dato".