Una tragicómica experiencia vivió el cientista político José Rivero (38). Una amiga lo fue a visitar y la fue a dejar al estacionamiento de su edificio, en la comuna de Santiago. Su gentileza le costó un problema: al volver a su departamento, acercó la tarjeta a la chapa electrónica, se encendió una luz roja y se bloqueó el acceso. Se quedó afuera.
"Vivo en estos edificios que son multifamily, donde todos son arrendatarios. El problema es que no informan cómo funcionan las chapas electrónicas. Si el usuario no sabe cómo operan, no puede prever. La luz roja me estaba diciendo que las pilas ya se agotaron", relata.
El dispositivo de su puerta funciona igual que los accesos a las habitaciones de los hoteles.
"Cuando la luz está verde se puede entrar, pero si está rojo, no. La había utilizado dos o tres días antes y generaba un intermitente entre color verde y rojo. Pero no tenía idea qué quería decir", comenta.
Pero al vivir en este tipo de edificio fue más fácil que le resolvieran el problema?
"Al contrario. Tuve que ir donde el conserje, quien tiene una llave que permite abrir el compartimiento donde van las pilas en casos de emergencia, para así poder cambiarla. Pero resulta que el funcionario no encontraba la llave allen. Estuve como una hora sin poder ingresar al departamento".
¿Y cómo abrió la puerta?
"Pude entrar de pura suerte. Puse la tarjeta y abrió de casualidad. Entiendo que fue por el último remanente de la batería. Si la tarjeta no tomaba, quizás me hubiera quedado toda la noche afuera".
Así funcionan
Camilo Yáñez, gerente general de Vohk Chile, empresa proveedora de este tipo de dispositivos, cuenta que las cerraduras digitales funcionan mediante distintas tecnologías que permiten el acceso al domicilio sin las llaves tradicionales; entre ellos, códigos PIN, tarjetas RFID, huellas dactilares o aplicaciones móviles."Están controladas por una unidad electrónica que maneja el mecanismo de apertura y cierre de la puerta", explica.
Cuenta que funcionan con pilas AA o AAA y poseen indicadores de batería baja -tanto en la app móvil como en la cerradura misma- que alertan a los usuarios con tiempo suficiente para reemplazarlas.
Fernando Marín, jefe de línea Ferretería de Sodimac, agrega que también hay cerraduras inteligentes que utilizan baterías recargables que duran unas 3.000 aperturas (que es por el gasto en energía de abrir y cerrar), lo que representa cerca de un año más o menos de uso. "Antes de las ultimas 100 aperturas la cerradura avisa para cambiar o recargar las baterías. Muchas tienen una señal que indica baja batería, mientras que las más básicas titilan o bajan la luz. Las que tienen voz lo indican de esa manera", indica.
Yáñez suma que las baterías de las cerraduras que ofrecen duran entre 12 y 18 meses, que dependerán del uso y del modelo específico.
"Si la batería se agota completamente, hay dos métodos de emergencia: llaves mecánicas para apertura manual o un puerto micro USB, que permite suministrar energía temporalmente mediante un cargador externo", explica.
En tanto, Marín dice que la mayoría de estos artefactos incorporan una llave física que permite abrir el compartimiento para cambiar las pilas.
"En el caso de los que usan batería, hay cerraduras que cuentan con un puerto micro USB y se carga con una batería externa -como las de celular- para energizar, poner la clave y entrar".
Más modernas
Respecto a nuevas tecnologías que se están incorporando, Marín señala que hay cerraduras que permiten el ingreso solo con el reconocimiento facial. También hay algunas que permiten ingresar remotamente por medio de aplicaciones de celulares.Yáñez destaca que otras tecnologías que ha incorporado el mercado mundial es la incorporación de un sistema que permite la apertura mediante reconocimiento de las venas de la palma de la mano.
"Nosotros estamos trabajando para tener a la venta estos modelos a fines de 2024. Como estas tecnologías consumen mayor energía, también se están comenzando a utilizar baterías de litio. Son más costosas, pero tienen una mayor duración".