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Lily Zúñiga. Negra Canela en Arsmate

"Con este frío solo puedo pensar en dos cosas: una taza de chocolate y tú para compartirla conmigo. ¿Te animas? o "esta tarde lluviosa te invito a subir la temperatura visitando mi contenido", son algunas de las frases que acompañan las fotos de Lily Zúñiga, exjefa de prensa de la UDI, quien se alejó de la política tras el escándalo de las boletas ideológicamente falsas a SQM. La polémica comenzó en el partido gremialista y terminó salpicando a prácticamente todos los partidos políticos de entonces.

Publicó un libro en 2016, titulado "Imputada", en el que compartió su experiencia de esos años. Fiel a su estilo provocador, lo lanzó en el Passapoga, caracterizada como una de las bailarinas del tradicional local santiaguino.

En su reciente estrenada cuenta Negra Canela en Arsmate. Lily Zúñiga no tiene pudores. "Mis pudores van por otro lado", confiesa. "Desnudarme no es un problema, no tengo moralina en ese sentido". Sobre el tipo de contenido que publica, dice que tiene que ver con la sensualidad. "Es lo que puedo mostrar. No busco escenas explícitas, aunque sí hay desnudos", advierte. "Mi idea es explorar ese lado oculto que tenemos las mujeres. Como las plumas, digo yo. Las plumas las tenemos todas guardadas, pero no siempre las sacamos".

Opinión familiar

La periodista de 46 años está casada y este año cumple 19 años de matrimonio. Tiene dos hijos, de 15 y 18 años, a quienes les contó su idea de publicar contenido para adultos y pusieron algunos reparos. "Yo empecé a conversarlo en vacaciones. Mis hijos, al comienzo, tuvieron las típicas aprensiones, como que sus compañeros no se enteraran. Pero mi marido me dijo, 'dale'. Él me tiró todas las porras. Me dijo, 'créete el cuento, tienes todo para romperla, dale'. No he hablado con toda mi familia. Mi hermana no sabe, por ejemplo. Mi papá tampoco. Mi mamá sabe, pero no me quiso decir mucho. Yo soy de una familia súper conservadora, entonces, yo soy la más loca. A nadie se le habría ocurrido una cosa como esta en mi familia".

¿Viene a hacerle la competencia a Camila Polizzi?
"Yo no podría ser competencia para Camila Polizzi. Tengo 46 años, de partida. La Polizzi, más allá de la política y lo judicial, es una lolita para mí. Es una mujer muy joven, bella, estupenda, no tendría cómo competirle. Encuentro que, además, la lleva en las plataformas en este momento. Una de las que están constantemente top de línea, digamos. No podría ser su competencia. No tengo ningún interés en hacerme enemiga de esa niña, es muy joven para mí. No somos del mismo target".

¿Por qué cree que las han comparado?
"Nos comparan, tal vez, porque tenemos el mismo historial político. Una es de izquierda, la otra de derecha, traté de interpretarlo en esa lógica. Claro, como yo soy ex-UDI quieren jugar a que voy a pelear con ella, pero para nada. Me sentiría ridícula queriendo pelear con una niña. Yo tengo mi opinión de Camila Polizzi desde el punto judicial y, por otro lado, tengo mi opinión sobre su puesta en escena. Desde ese punto de vista, la aplaudo, la encuentro maestra. La hizo súper bien. Literalmente, sin moverse de su escritorio. En su casa, con arresto domiciliario y se hizo el manso negocio. Yo la aplaudo, no tengo nada que decir".

¿Y la comparación con alguien con historial político que ahora venda contenido para adultos?

"Tampoco tenemos comparación. Yo tengo las manos limpias, yo denuncié. Ella es la que está con arresto domiciliario, no yo. Entonces, competencia no puede haber. No hay punto de comparación, solo que a las dos nos involucró la política. Pero más allá, nada. Solo aplausos para ella como modelo de Arsmate".

¿Cree que debería estar prohibida la creación de contenido para adultos para personas con arresto domiciliario?
"Habla de la justicia de nuestro país. Yo creo que una persona con arresto domiciliario no debería usar su teléfono. Porque más allá de ser una regalía que te permite no estar en la cárcel, y estar en tu casa haciendo tu vida, deberías guardar tu teléfono. A un preso lo primero que le dicen es que tiene que entregar su celular. El caso de Cathy Barriga, aunque no tiene OnlyFans ni nada, solo le faltó cobrar por esos 'buenos días, buenas tardes y buenas noches' y todos esos videos. Ella tenía su propio reality. Es como una burla"

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