“Yo a la Consuelo le di la oportunidad. Le dije que parara, sino yo iba a presentar un recurso de protección. Pero no paró. Ni siquiera después de presentado el recurso”. –Sergio Infante (40), exmatch en la aplicación de citas Bumble, denunciante de acoso y funas por parte de la astróloga Consuelo Ulloa (Miau Astral) desde noviembre del 2023 a mayo del 2024.
“Ella investigó mi vida, buscó a la gente conocida, amigas con las que había tenido temas y generó grupos de personas para molestarme en masa”. –Paola Verdugo (31), excliente de Consuelo Ulloa, denunciante de acoso del 17 al 20 de febrero del 2024.
“Mi pregunta ahora es: ¿le habrían dado esa exposición a otra persona acusada de acoso para que mienta, sin contrapreguntas, sin apretarla un poco, sin investigación?”. –Carlo M. (45), exmatch de Bumble, denunciante de acoso desde mayo de 2022 a febrero de 2024.
“Ha hecho mucho humor en sus redes sociales respecto a todo lo que pasó. Intentando demostrar que no le importa lo que personas como nosotros sufrimos. Y yo creo que de verdad no le importa”. –Felipe Ramírez (28), psicólogo, examigo de Instagram, denunciante de acoso y funas por parte de Consuelo Ulloa desde enero a marzo del 2022.
“Uno piensa que está solo en esto. Yo no creí que había más personas afectadas por lo mismo. Y sobre todo pensé que esta hueá iba a durar para toda la vida. Que iba a ser para siempre. Estaba desesperado y con miedo, ante todo con miedo”. – .H. (40), exmatch de Bumble, denunciante de acoso desde abril del 2023 a abril del 2024.
Antes
Consuelo Ulloa en uno de los capítulos de su pódcast, “Perdona si no puedo ser sincera”: “Ustedes me desean que yo sea la reina de los charlatanes. Porque así tienen una hueá para poder odiar. Porque necesitan odiar algo. Porque ustedes son los mejores del mundo. Necesitan odiar a alguien para poder sentirse mejores que el resto. En vez de buscarse internamente para encontrarse a sí mismos”.
Esta es Consuelo Ulloa según su examigo H. Lo llamaremos H. porque tiene miedo. Es sociólogo, tiene 35 años y es excompañero de universidad de Consuelo. Por eso la recuerda así, en las salas de sociología de la Pontificia Universidad Católica de Chile, antes de Instagram, de la astrología y el tarot; antes de que su amiga se bautizara a sí misma como “Miau Astral” y ganara fama en redes, entrevistada en medios e invitada a programas de televisión.
Antes, dice H., mucho antes del recurso de amparo presentado en la Corte de Apelaciones de Santiago por el músico Sergio Infante, quien la acusa de acoso reiterado a través de funas, mensajes de texto y decenas de correos electrónicos.
Antes, dice H., cuando Consuelo ni siquiera creía en el tarot.
“Nos conocimos y nos hicimos amigos”, dice H., al teléfono desde Canadá, donde hoy vive. “Primero porque estábamos los dos súper solos, sin un grupo de amistades, buscando conocer gente. Y nos hicimos amigos precisamente porque ambos teníamos un pensamiento antimágico, antipseudociencias, muy defensores de la ciencia”.
Entonces H. se acuerda del día en que ambos presentaron una queja en la secretaría académica, cuando un profesor se refirió despectivamente sobre la teoría de la evolución de Charles Darwin. Las conversaciones, dice H., tenían que ver con eso: críticas a quienes se dedicaban a lo esotérico, incluida la astrología, y clasificándolos como “charlatanes” o estafadores. “Hasta ese minuto nunca me habló sobre su interés en estos temas. De hecho, hablábamos de eso y de su familia, de su origen. Eso era recurrente”, dice H.
Ese origen, relata H., y también Consuelo en su antiguo pódcast, “Perdona si no puedo ser sincera”, se remonta a su niñez en la Villa Universitaria, cercana a la población Jaime Eyzaguirre, en la comuna de Macul. Ahí creció junto a su padre, Carlos Ulloa Eschmann, según ella exmilitante de Patria y Libertad, y a su madre, la exfuncionaria del ejército Elizabeth Bittar Juri. Sobre esta última, Consuelo dedica largos pasajes en su pódcast y también en las entrevistas que ha dado a diferentes medios, como esta publicada en La Tercera el año 2018. “Me educaron para rendir. Mi mamá fue sargento primero del Ejército de Chile, por lo que su formación militar la transmitía en la casa. Cuando me equivocaba en algo, ella me decía ‘soldado que se equivoca repite el ejercicio', y si me iba bien me decía ‘con su deber nomás cumple'… Yo venía de una familia pinochetista y conservadora que me había mantenido lejos de todos, que no me había contado ni siquiera sobre las violaciones a los derechos humanos”.
“De las innumerables veces que nos habló de su madre”, recuerda H., “se notaba que había una relación un poco binaria entre ellas. Muchas veces se refería al abuso de autoridad del que decía ser víctima, cosa que debe haber sido así. Pero también se veía que había una especie de admiración. Como una especie de amor y odio que sentía por ella”.
En sus relatos, entre garabatos, asuntos esotéricos y diatribas contra personas dedicadas a lo mismo que ella, Consuelo narra su niñez en esa casa: dice que se sentía maltratada, abandonada, recuerda las peleas a gritos con sus padres, lo malo del colegio particular subvencionado al que asistía, y el día en que su madre le entregó los libros para que preparara la prueba de ingreso en el liceo Carmela Carvajal, del que sería expulsada por mal comportamiento tres años después de ingresar. Después de eso ingresó al liceo 7. En su pódcast dice: “Mi mamá me dijo: ‘búscate un colegio'. Y fui sola al liceo 7”.
En el mismo capítulo, una excompañera de colegio le recuerda el olor a humo que siempre llevaba en el pelo, producto de las tres cajetillas de cigarrillos que según ella fumaban sus padres. Este detalle le permite a Consuelo profundizar en la relación con sus padres. “Yo dejaba la ropa afuera porque ellos fumaban dentro de la casa. Y mi papá venía y me decía: ‘¡¿Por qué dejaste la ropa afuera? ¿Y qué me importa que esté pasado a cigarro?!'. Un grado de inconciencia y abandono que no logro dimensionar”, dice Consuelo. “Ellos ya no me cuidan. Aprendí a perdonar que no fueran capaces de darme eso”.
Ese perdón, dice en otro de los capítulos de su pódcast, sucedió varios años después, cuando terminó sociología y, según su entorno cercano, se dio cuenta de que no era a lo que quería dedicar el resto de sus días. Uno de los motivos, dice un amigo que prefirió mantener su nombre en reserva, era la dificultad para encontrar trabajo y los bajos sueldos que ofrece la profesión. Por eso, cree él y también H., Consuelo decidió formarse como astróloga. Según ella, fue gracias a una amiga que le recomendó leer libros de astrología y por su encuentro posterior con la lectura de cartas astrales. “No me gusta tener jefe ni que me digan qué tengo que hacer”, señaló a La Tercera en 2018. Luego agregó: “Me prometí no volver a trabajar teniendo un jefe, me ordené con mis cosas, con la agenda y se echó a correr la voz de mis lecturas de carta astral”.
Todo ese proceso, dijo al mismo medio, le ayudó a superar la crisis permanente con su familia, y una relación tóxica en la que dice haber sufrido violencia. Le dio estabilidad y la posibilidad de independizarse, y de dedicar tiempo a trabajar en su marca virtual, Miau Astral, como a su capacidad de atraer público gracias a su estilo desenfadado. A comienzos de octubre del 2019, antes del estallido, publicó a través de Planeta su libro “Astrología para tiempos difíciles”. En diciembre de ese año, la periodista Alejandra Valle le dedicó una entrevista en el sitio El Desconcierto.cl, titulada “Miau Astral: Astrología
La respuesta de Consuelo es larga y explica desde la astrología el escenario propicio para el estallido: no son solo los 30 pesos, sino también la conjunción de Plutón y Saturno. “Cuando se juntan, tiene que ver con destruir algo, pero a la vez con construir algo nuevo. Es lento, es un proceso que dura entre dos y tres años, pero es un proceso que transforma y es un proceso que hace crecer muchas cosas”. Casi al final, agrega: “Estamos relacionándonos con lo femenino al final. Por eso lo femenino y lo feminista, al final del día, es lo que nos va a salvar”.
H. dice que todas estas apariciones en medios le provocaron sorpresa. No se condecían con la persona que conoció en la universidad. La primera funa que sufrió por parte de Consuelo, dice, fue precisamente por responder afirmativamente a un tuit donde otro conocido de la astróloga creía que a Consuelo “se la había comido el personaje”. Otros cercanos también insisten en ello: es un personaje que le permitió acceder a mejores ingresos, que ella misma decía que con la astrología ganaba más plata que siendo socióloga. Al ser contactada por “Sábado”, Consuelo Ulloa ofreció su participación en este reportaje, pero bajo condiciones. A través de un mensaje de WhatsApp, consultó: “Quiero saber los honorarios por esto”.
Después
Consuelo Ulloa, en otro de los capítulos de su pódcast: “Yo no creo que las personas somos malas por naturaleza, ni buenas por naturaleza. Más que la maldad, siempre he pensado que existe más miedo que otra cosa. Y el miedo es lo que gatilla cosas que son súper inconscientes y de repente actuamos desde lugares donde no somos amorosos con el otro porque no estamos siendo capaces de ver qué es lo que nos gatilla”
El ascenso mediático de Miau Astral, y sobre todo a través de redes sociales, fue meteórico. En 2021 fue invitada a leer la carta astral de los candidatos a la presidencia en el matinal de Mega, entre otras apariciones, y entre marzo del 2023 y fines de mayo de este año, posterior incluso a la denuncia pública hecha por el músico Sergio Infante, mantenía una columna astrológica en el sitio de Revista Paula. Previo a eso, en enero del 2022, Consuelo Ulloa se había entreverado en una discusión con la astrónoma chilena Teresa Paneque, luego que esta publicara un video en Twitter titulado: “Astronomía vs. Astrología”, junto al mensaje: “Yo apoyo todo tipo de creencias PERSONALES, pero es irresponsable motivar que OTROS tomen decisiones basadas en creencias”. Ulloa, sin haber sido aludida, le respondió: “Por qué tiene que haber un versus, hermana, anda a pasar el fin de año con tu gente y relaja el ego”.
La polémica fue viralizada y compartida en varios medios. A pesar de ello, dice F.H., sonidista de 40 años, no sabía quién era Consuelo Ulloa, más allá de la chica con la que había hecho
Carlo M. dice que un día Consuelo le envió una foto de su expareja, sin mayor explicación. Que, según él, también les escribió a sus empleadores en México, y también a los de la NASA, donde había trabajado, dándoles a entender que tenían contratada a una persona responsable de provocar “dolor y sufrimiento a mujeres alrededor del mundo” y de ser “un hombre violento y cruel”. Desde México, dice Carlo, intentó denunciar a la PDI el comportamiento de Consuelo, copiando a la institución a los correos que Consuelo le enviaba y pidiendo ayuda. “Pero ella se burlaba”, dice Carlo, “sabía que no le iba a pasar nada”. Luego comparte un pantallazo de una de las respuestas de Consuelo. Ahí se lee: “Hemos visto que usted se encuentra en peligro llamaremos a todas las unidades del 911 para que viajen ahora mismo en un transbordador espacial a protegerlo de las terribles actitudes de esta mara… cul… a la que ilusionó y que le está pidiendo explicaciones por su actuar”. Firma: Miau Austral. Consuelo Ulloa Bittar. Socióloga - Astróloga. Y luego comparte un
F.H., que comparte por primera vez su testimonio, se enteró de todo esto mirándolo por televisión: así se dio cuenta, explica, de que lo que había vivido por casi un año no era un caso aislado. La historia es idéntica a la mayoría de los casos, e incluso simultánea en algunos pasajes a los casos de Sergio Infante y Carlo M. “Nos conocimos por Bumble”, dice F.H. “Una conversación y la misma noche fui para la casa. Después nos vimos al otro día. Y creo que un día fue para mi casa, porque vivíamos cerca. Un fin de semana le dije que iba a ir a verla, pero fui a ver un partido con unos amigos, me curé y no llegué. Yo ya tenía miedo porque me trataba de ‘mi amor' y esas cosas, igual a los otros casos, todo muy rápido”.
F.H., que venía saliendo de una separación, le pidió bajar la intensidad de la relación. En un archivo PDF que comparte con el contenido de sus conversaciones con Consuelo, es posible distinguir la progresión en el tono de los mensajes: al comienzo aceptando la distancia, comprometiéndose a dejarlo en paz, e incluso disculpándose. Más tarde, a los pocos días, la comunicación se vuelve unilateral: solo mensajes de Consuelo, en conversaciones consigo misma, culpa a F.H. de incluso haber cortado la relación con ella en períodos astrológicos que le significan todavía más sufrimiento. Luego hay insultos. Palabras sobre la exesposa de F.H. Menciones a un supuesto ex que le pide que se vaya con él a México (Carlo M. dice que no se trata de él). Y también alusiones a los hijos de F.H. y a su madre fallecida. Decenas de mensajes sin respuesta, uno tras otro, con insultos, y luego disculpas por “las cosas horribles que he dicho”. Luego decenas de mensajes más. Durante días, semanas, meses. “Te echo de menos”. “Exijo que me des la cara”. “¿Qué tipo de cuarentón en crisis vas a ser?”. “Eres un chanta, no te da para más”. “QUÉ ASCO HABERTE CONOCIDO”. “Me metí con otro, lo pasé harto mejor”. “No quiero irme, no quiero que te vayas, no quiero cortar esto”. “Te debo una disculpa”. “Bájate del pony, pide perdón”. “¿Qué otra weá te tiene que pasar pa que entendai que no erís el centro del universo? ¿Que le pase algo a tus hijos?”. “Cuando menos te lo esperes pero tampoco tan tarde, dejarás de tener clientes y plata, nadie querrá cu… contigo porque estarás gordo, peludo y grasiento”. “¿Quién chucha es Florencia y por qué tengo que soñar que te la estai cul…?”. “Te he estado sintiendo hace varios días y anoche te volví a soñar. Como por novena vez en un año, apareces energéticamente y no entiendo qué querís”.
Durante días, semanas y meses, dice F.H. Desde abril del 2023, hasta abril del 2024.
—Por temor a que buscara otras vías para acosarme. Pensé que así no iba a ejecutar otro movimiento.
—Por lo que es. Y que no es algo de género. No es porque si hubiera sido una mujer quizá se habría tratado de otra manera el tema, como se ha dicho, sino porque es necesario que se le tome el peso por lo que es. Esto es peor que la serie de Netflix. Una violencia psicológica que es otra hue... Yo y las otras personas vivimos meses con miedo. Bajo amenazas de funa. Amenazándome con cosas antiguas, como que le fui infiel a mi exseñora en 2017. Cosas que fueron solucionadas. Tuve siempre un miedo constante, como esa sensación de cuando casi te atropellan en la calle, pero permanente. Llegué a recibir 20 mensajes en un día. De hecho me escribió cuando se supo de la denuncia de Sergio.
Truestalking
Lunes 10 de junio. Perfil de Instagram del periodista y animador Julio César Rodríguez. Ahí está Consuelo Ulloa, Miau Astral, entregando un mensaje: “Hola, mi nombre es Consuelo Ulloa, me llamo Miau Astral en redes sociales, y estoy en este especial de @somosyuly para contar mi verdad sobre lo que ha sucedido en las últimas semanas”. Abajo, el mensaje escrito por el animador: “Stream larga duración con la entrevista exclusiva a Consuelo Ulloa más conocida como @miauastral apodada por los medios como la Baby Reno chilena! Consuelo rompe el silencio en nuestro canal! Si quieres ver esta entrevista suscríbete inmediatamente a @somosyuly en YouTube!”.
La entrevista a Miau Astral en el canal de Julio César Rodríguez concitó la atención de las redes sociales esa tarde de lunes. Cada uno en sus casas, los denunciantes de Consuelo Ulloa no daban cuenta de lo que veían: a su juicio, un espectáculo que los revictimizaba, donde ni siquiera se presentaban pruebas de los casos de acoso más allá del de Sergio Infante, quien presentó el recurso de amparo en contra de Miau Atral. Julio César Rodríguez contesta el teléfono para hacerse cargo de esa crítica, que fue extensa en redes esa noche:
“Había muchas cuestiones que a mí no me cuadraban del caso”, dice Julio César. “Por ejemplo, la poca personalidad de los tipos para no cerrar algo, que no era tan difícil cerrar. Y que lo que dijeran se tratara como una verdad única. Sobre la invitación a Consuelo, a mí me parece que es ejercicio periodístico tener la contraparte”.
—Es que lo que pasa es que a Consuelo solamente le preguntamos del caso que está en el recurso judicial, no nos queríamos meter en los otros casos que están en la funa. No me quería hacer caso de la funa porque también quería entrevistarla a 30, 40 minutos, no más. Nosotros no hicimos una investigación periodística de los otros casos que no están judicializados. Concederle espacio a ella no es descartar las pruebas. Yo creo que el problema aquí es que hay un grupo de gente que le molestan las contrapartes.
Consuelo Ulloa dijo en la entrevista: “Creo que se ha generado todo un revuelo demasiado agrandado respecto a algo que no tiene un sentido real a nivel jurídico (…) se ha dicho que prácticamente soy una sicópata, etc., etc. Para mí ha sido terrible visualizar lo que se ha dicho en los medios de comunicación, cómo se me ha tratado. Las cosas que se han dicho sobre mi han sido muy terribles y muy traumáticas” Y agregó que nunca envió los correos que Sergio Infante denuncia
Infante dice que el día antes de la entrevista no pudo dormir. “Y verla fue súper violento. Como que fue todo el rato justificar un acoso de siete meses, donde ella dice que yo le respondía los correos sin mostrar ninguna prueba. En la entrevista con Julio César ella dice que se dedica a sanar a las personas. ¿Y lo que ha hecho con nosotros que fue? Dañar, dañar psicológicamente a las personas. Martirizar por meses a las personas”. Junto al resto de los que denuncian haber sido acosados por Consuelo, y aunque su recurso de amparo no sea aceptado por la corte, Sergio cuenta que planifican un próximo movimiento: una demanda colectiva en contra de Miau Astral.
Mientras, Consuelo Ulloa, por orden de su abogado, explica que mantendrá el silencio hasta los resultados legales de su caso. Desde entonces, su actividad se ha limitado a sus redes sociales. En Instagram, por ejemplo, y a través de historias, ha publicado una serie de mensajes que le han llegado en privado, de hombres que la apoyan y otros que le preguntan si ofrece servicios sadomasoquistas. Ahí se lee: “Te amo. Eres el ser humano más pérfido que he visto. Destruyeme la vida, toxiquéame, controlame”. O: “Hola, ¿realizas humillación tipo femdom? Y si realizas, ¿cuánto saldría?”.
Con humor, ella escribe: “Me han pedido harto ejercer de dominatrix”.
Unas historias después:
“Soy tu dominatrix”.
Sábado contactó a otras dos personas que aseguran haber sido acosadas por Miau Astral. Sin embargo, declinaron participar en este reportaje.