La historia de Gemma Burgos con Fensa comenzó en 1967 cuando José, su padre, se trasladó con su familia a Maipú para trabajar en el área de ingeniería de CTI (la antigua Compañía Tecno Industrial, grupo que llevaba las marcas Fensa y Mademsa). Verlo a él, tan apasionado por la tecnología, la motivó a estudiar Programación en Computación en Aplicaciones Comerciales en el Instituto AIEP, carrera de por sí extraña en aquel entonces. "Le dije a mi mamá que ese era el futuro. Así que me lancé y lo estudié", recuerda.
Gemma escuchaba a su papá hablar tan bien de Fensa que se animó a postular ahí para hacer la práctica: se quedó trabajando y la contrataron en 1984. Cuarenta años más tarde, se conecta vía Google Meets para contar su historia. Hoy es analista de business intelligence en Fensa, a cargo de examinar los datos de ventas, el comportamiento del cliente y las tendencias del mercado.
"Cuando uno trabaja en informática está preparado para que todos los días pueden cambiar las cosas. Yo creo que desde que partí trabajando en esto me di cuenta de que eran muchos cambios, los asumo".
¿En estos 40 años de carrera en computación qué cambio la impactó personalmente?
"Uno que me hizo trabajar muchísimo fue cuando los vendedores empezaron a usar los laptops. Eso fue un cambio porque eran personas mayores que eran muy buenas para vender, pero socialmente; cuando tuvieron que ingresar datos, visualizarlos, a muchos les costó. Los tuve que capacitar, hacerles las aplicaciones para que ingresaran los datos. Pero fue bonito porque como que mucha gente pasó a otra era".
¿Han sido todos los cambios positivos?
"Todo me ha hecho más fácil el trabajo. Antes se programaba con códigos eternos, si te equivocabas te tocaba volver a compilar desde cero; en cambio hoy con una aplicación todo te sale muy rápido"
¿Para trabajar en esto siempre hay que estar al día?
"Es verdad, siempre te piden cosas que tú no sabes cómo hacer. Antes existían manuales, uno los revisaba y ahí buscaba lo que quería, pero hoy vas a Google, preguntas y ahí tienes un mundo para entender".
¿Cómo se siente haber estudiado una carrera que ya no existe?
"Estudié hace años, cuando AIEP la tenía en su programa. No es que hoy no exista, sino que se ha actualizado. Son ingenierías en computación, y mi carrera me dio una gran base para entenderme con mis nuevos compañeros, como también ser un pilar para ellos y mostrarles cómo han cambiado las cosas a través de los años".
Siempre actualizados
Carlos Muñoz, académico de la escuela de Ingeniería en Computación e Informática de la
Universidad Mayor, explica que el equivalente a la carrera que Burgos estudió sería hoy
Analista de Sistemas. "La renovación de los estudios en el rubro informático es casi
obligatoria. Un año sin estudiar o dos, significa posiblemente quedar completamente
desactualizado", confirma. ¿Lo que se enseñó hace 40 años quedó obsoleto?
"No necesariamente. Los lenguajes en estos años han evolucionado a lo sencillo, pero no implica que lo enseñado hace 40 años no sirva. Haré la siguiente analogía: antes se enseñaba a usar el martillo y un clavo, ahora están las herramientas eléctricas que aceleran más el proceso de construcción, pero si no sabe construir, no sirve de nada. Ahora todo es más sencillo y práctico. La persona de antes tiene la metodología".
Carla Angulo, directora de la Escuela de Computación e Informática de la Universidad Bernardo O'Higgins, explica que la informática y toda la tecnología se han diversificado, generando especialistas en diversas áreas.
"Hace 40 años se formaban profesionales con diversificación de roles para entregar una solución completa; eran responsables del levantamiento de requerimientos, análisis, construcción e integración de la propuesta. Hoy en las universidades el mercado es más especializado, por lo que tenemos profesionales enfocados en diseño, experiencia de usuario, testing, integración, backend, frontend", detalla.