La dinastía de apellidos ilustres en la historia del fútbol nacional que vuelven a aparecer en alguna Selección chilena, como pasó con Bruno Barticciotto o Vicente Pizarro, sumó un nuevo integrante a la familia: Luis Margas, zaguero central, hijo de Javier, campeón de la Copa Libertadores 1991 con Colo Colo y ex mundialista juvenil y adulto con la Roja. El defensor de Wanderers hizo su estreno hace unos días, con un gol de cabeza en el triunfo 2-0 sobre Australia, jugado en La Calera donde el equipo nacional jugará un cuadrangular contra Canadá, Paraguay y Ecuador.
Margas Junior forma parte del último ciclo del seleccionado juvenil con miras al Mundial Sub 20 de Chile 2025. "He estado muy bien, feliz, estoy concentrado con la Selección desde principios de mes, pero luego del partido del martes nos liberaron y el jueves volvimos a estar concentrados hasta el cuadrangular. Estamos en el complejo Fernando Riera que está al frente de Juan Pinto Durán. No estuve en la Sub 17 porque esa serie era partir del año 2006 y yo nací en el 2005 y no calzaron los tiempos".
"Fue mi debut en una Selección chilena, se jugó el martes a la par del partido de la Roja contra Paraguay. Fue toda mi familia a verme al estadio Nicolás Chahuán Nazar de La Calera. Hice un gol y mi papá me hizo bromas, me dijo que en el cabezazo me había tropezado. Le gusta molestar. El cabezazo es uno de mis fuertes, mido 1,89 metros, peso 80 kilos y tengo 18 años. Escuché que a mi papá Javier le decían el tractor o el camión Margas, pero a mí no me dicen eso", cuenta.
Luis Margas es el hijo menor del ex stopper y desde pequeño ha perseverado por llegar al fútbol profesional. Su formación la ha hecho entre Santiago y Valparaíso, aunque cuenta que no se desliga de los negocios familiares porque siente que debe estar preparado para todo lo que depare el futuro. Su ilusión y prioridad es ser futbolista profesional y si el destino no dice otra cosa, no descarta reemplazar a su padre en la administración de las empresas.
"Además de estar en el fútbol también ayudo a mi padre en los negocios de los moteles. Estoy encargado de la gente, como que dirijo el personal, aunque en realidad estoy aprendiendo porque al final uno nunca sabe las vueltas de la vida. Puedo tener una lesión o algo. Los que me van enseñando son mi papá Javier y mi hermana Catalina que dirigen todo. Están los campings, los camiones y las panderetas, pero ahí yo no hago nada. No tengo pito que tocar, como dicen".
"En este momento es una emoción grande representar a tu país, la gente va identificando poco a poco a los jugadores jóvenes nuevos y estoy feliz con eso. Me lo he tomado con mucha tranquilidad, se lo que tengo a mis espaldas, que es mi papá y que fue un grande del fútbol chileno. Tener un apellido conocido da para dos versiones. Puede haber envidia o mucho cariño. Ser hijo de alguien a veces discrimina, pero en mi caso no ha sido así. Sólo recibo cariño por todos lados", revela.
La Roja Sub 20 ha tenido un intenso calendario de partidos amistosos durante meses bajo el mando de Nicolás Córdova. La semana pasada derrotaron a Australia en definición por penales al igualar 2-2 y luego se impuso 2-1 con tanto de los defensores Simón Pinto y Luis Margas. Este miércoles se inicia un nuevo cuadrangular donde Chile debutará contra Canadá en La Calera.
"Me tocó debutar en la Sub 20, me quiero ganar un lugar, pude hacer un gol, pero a mi me gusta el paso a paso. Todo a su tiempo. En los últimos años siento que mejoré, la Selección me ha hecho crecer, uno aprende otros sistemas de juego, me he ido acostumbrando y entendiendo lo que me piden desde lo táctico. Siempre he sido fuerte, juego sin miedo y una de mis fortalezas en el juego aéreo. En el momento del gol sólo sentí una felicidad plena. No me proyecto más allá de lo que es Wanderers y la Roja. Debo quemar etapas".
"Estuve en Colo Colo como hasta los 11 años y luego me cambié a Wanderers e hice el resto de las inferiores. También viajé a Finlandia un mes aproximadamente y fue una experiencia bien extrema, era de supervivencia por el clima, el idioma y la forma de vivir. Era demasiado distinto todo. Luego regresé y retomé los entrenamientos con mi equipo. Jaime García, técnico del primer equipo de Wanderers, se me acercó porque supo que estaba en la Selección, me preguntó cómo me ha ido y cómo trabajamos. Le conté que en la Sub 20 al profesor Nicolás le gusta salir jugando y en el club es distinto. En Wanderers piden una salida más directa", cuenta Luis.