¿Se ha dado cuenta que muchos edificios de Las Condes y Vitacura tienen fachadas de ladrillos? Hay algunos en Providencia también. Parecieran inmuebles hechos en base a este material, pero en realidad sólo los usaron para revestir las fachadas.
Es una técnica que tiene ventajas. "Al cubrir la estructura del hormigón armado, funciona como masa térmica. Por otro lado, la mayoría de los edificios en Chile cuentan con EIFS (Exterior Insulation Finish Systems), que es un sistema de aislación de fachadas para muros. Entonces, están los ladrillos como terminación y adentro hay una capa de Aislapol", explica la master en ciencias en diseño de University College de Londres, Loreto Lyon, directora de la carrera de Arquitectura de la Facultad de Ingeniería, Arquitectura y Diseño (FIAD) de la Universidad San Sebastián.
Lyon agrega que la técnica también aporta aislación. "Los edificios tienen un mayor ahorro energético y cumplen mejor la normativa de eficiencia energética", complementa. A modo de antecedente, dice que el origen de esta arquitectura se encuentra en Europa.
"Inglaterra tiene una herencia de uso del ladrillo en sus construcciones. Todavía es posible ver chimeneas de hornos de ladrillo en algunas calles de Londres. Es un muy buen material en la medida que están bien cocidos. A su vez, se mantienen muy bien a pesar del paso del tiempo. Pero en Chile, su uso es más de revestimiento", reconoce.
El enchapado en ladrillo permite que los edificios requieran de poca mantención. "La mayoría con su color propio quedan listos. La construcción se mantiene bien en el tiempo, sin necesidad de pintarla. El ladrillo dura miles años a la intemperie", afirma.
Fin estético
El master en planificación urbana del MIT Enrique Vial, académico de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Andrés Bello, cuenta que este tipo de arquitectura de albañilería estructural a la vista (sin estuco) se impulsó en nuestro país en la década del 80. Al ser un país sísmico, es necesario construir estructuras que den un buen soporte. Esto significa hacer muros reforzados con vigas y pilares de hormigón armado (cemento, piedra, arena y fierro). "No se ve muy estético, salvo que se revista con estuco de cemento para luego pintarlos. O bien, utilizando revestimiento de cerámica o ladrillo. Los edificios de 10 pisos o más se construyen en hormigón armado. Luego, se pueden enchapar con ladrillo".Vial menciona que hay varios arquitectos que lo ocupan como su sello profesional. Uno de ellos fue Víctor Gubbins, Premio Nacional de Arquitectura y ex presidente del Colegio de Arquitectos.
El arquitecto Sebastián Gray, académico de la Universidad Católica, cree que su uso en el sector oriente de Santiago responde a una tendencia del mundo inmobiliario. "Las constructoras buscan distintos aspectos propiamente estéticos. No hay una razón vinculada a una tradición, costumbre o estilo propio de una zona o una comuna".
Arquitectura cara
Enrique Vial señala que son edificios muy costosos en su construcción. "Es un lujo este tipo de técnica. En consecuencia sube el valor de los departamentos en varias UF por metro cuadrado. Los grupos socioeconómicos que viven en el sector oriente pueden pagarlos. Es como usar ropa cara", expone.Una mirada similar tiene Lyon. "Al ser un material sólido, tiene un costo mayor que estucar un edificio y pintarlo. Por eso, muchas constructoras no están dispuestas a incorporarlo en el diseño".
Sin embargo, sostiene que a largo plazo trae más beneficios para los habitantes. "La gente vive más confortable y el edificio funciona mucho mejor térmicamente. A largo aliento, es una muy buena inversión. Este tipo de arquitectura da carácter a los edificios", admite. Por último, Gray dice que es raro ver este tipo de diseño en comunas con viviendas más económicas. "Es un gasto cosmético", puntualiza.