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Modelo se avispó para posar así en Farellones y no congelarse en el intento

Alexandra Briones fue candidata a Miss Chile en el último certamen de belleza y como tal fue contactada, hace dos semanas, por la diseñadora de vestidos de novia brasileña Ana Bocato, para que participara en una sesión en la nieve. La idea sonaba bien, pero había que pensar en una forma de capear el frío y ella lo hizo de una forma especial para que no se notara. Las primeras fotos fueron a Portillo, donde les tocó un lindo día, hasta con sol así que las fotos, de Alexandra y otra modelo, se hicieron sin grandes problemas. La segunda sesión se hizo en el sector de Farellones y ahí la cosa fue mucho más complicada, porque les tocó un día de intenso frío y no había opción de suspender nada, sólo le quedaba posar con una sonrisa de oreja a oreja.

"La diseñadora me contactó por Instagram. Quería modelos altas, yo mido 1,75, porque como los vestidos son largos necesitaban modelos que, sin tacos, se vieran altas", cuenta Alexandra, sobre la razón por la que la contrataron.

¿Cómo fue la sesión en Farellones?
"Subimos a las 5:30 de la mañana y había -6 grados. Yo sufro con el frío y había un viento que me tenía los ojos llorando y bajaba la temperatura aún más. Incluso me llevé una mantita, jajajá".

¿Cómo lo hizo para aguantar?
"Abajo del vestido me dejé unos pantalones de nieve y zapatos de trekking. Me puse, de primera capa, una pantys de polar que era gruesa y dos pares de calcetines, afortunadamante mis zapatos son grandes".

Ahhhh, pura pillería.
"No se veían. El fotógrafo me decía corre y yo decía cómo corro sin que se noten los zapatos abajo. Yo tenía susto, pensaba si me hacen ponerme tacos me muero, no sé como lo hago. Pero no".

Pero arriba, en la parte de los hombros, sí que no se podía abrigar para las fotos.
"Ahí nada, pero como que uno pasa el umbral del frío. Llega un minuto en que uno dice hay que aperrar, las fotos van a salir buenas. Cuando llegaba a abrigarme a la van cachaba que estaba congelada. Tenía la nariz roja y no me daba cuenta".

Más encima hizo una foto sentada en la nieve.

"Yo quería una foto sentada en la nieve y para sacar una foto buena se toman como 100, hay que estar harto rato. La hicimos, pero estuve como 10 minutos y sentada en la nieve, es harto rato, pero quería parecer a la princesa de Frozen".

Oiga ¿con ese traqueteo por la nieve los vestidos quedaron para la historia?
"No, se lavan. Quedaron embarrados pero ninguno se rompió. La diseñadora quedó feliz con las fotos porque ni ella ni el fotógrafo conocían la nieve".

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