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Por un sticker, nuevo dueño descubrió que camioneta usada tenía el kilometraje alterado

El ingeniero en climatización Pedro Maya (25 años) compró hace cuatro meses una camioneta Nissan Pathfinder fabricada en 2016 para su mamá en una automotora. Y se aseguró de revisarla para chequear que está en perfecto estado.

"La escaneé y no arrojó ningún problema. Saqué un informe en Autofact (plataforma con el historial de los vehículos) y salió extraño, me aparecía con un kilometraje más bajo que el año anterior. El vendedor me dijo que era porque había sido un error de la planta de revisión técnica. Y lo creí porque puede pasar", cuenta Maya.

La compró en $12.000.000, y a las pocas semanas el vehículo empezó a fallar. "Le hice el afinamiento para dejar sus mantenciones sin problemas y empezó a fallar, a pegar unos tirones. Lo llevé donde Cristina Catalán (AMC Performance) porque el auto tenía un sticker de su taller. Ella vio sus registros y le aparecía con un kilometraje superior y se puso a investigar qué pasaba".

Catalán cuenta que en 2021 revisó la camioneta y tenía 102.808 kilómetros; al año siguiente la vio de nuevo, esta vez con 115.055 kilómetros recorridos. Cuando Maya llegó con el auto el panel contabilizaba 94.671.

"Calculo que debe tener entre 170.000 y 200.000 kilómetros. Eso se podía ver por el estado de la suspensión, las bandejas y amortiguadores y porque tenía ruidos de transmisión", explica.

Lo más rudo fue que, por falta de mantención, se echó a perder la caja de transmisión, que no tiene reparación. Hay que reemplazarla y cuesta unos US$6.000 ($5.481.180) más la mano de obra.

Maya dice que fue como un balde de agua fría.

"La compró mi mamá con crédito y va a tener que seguir pagando. Uno entiende que es un auto usado y que hay que hacerle mejoras, pero no de este tipo. La compramos porque se veía bien estéticamente y era de las que tenían el kilometraje más bajo. Pero con ese dato alterado se cambia toda la programación de las mantenciones y aumenta el riesgo de fallar. La automotora se tiene que hacer responsable porque compré con garantía", se queja.

Catalán explica que la maniobra de disminuir el kilometraje se hace con un escáner: se interviene el odómetro en el tablero y/o el módulo del computador del vehículo. Si se hace solo en uno, se podría detectar las diferencias al revisar también con un escáner, pero cuando se hace en las dos plataformas, es difícil de detectar.

"Antiguamente, la adulteración era más fácil porque el tablero era análogo y solo se movía el odómetro en reversa. Pero en los tableros digitales necesitas un escáner que pueda modificar la información desde el computador del auto y no solamente del tablero", cuenta.

La experiencia la mostró en su Instagram (@lacristi_mecanica).

La especialista dice que ha detectado varias veces autos adulterados.

"Nos damos cuenta por la diferencia entre el tablero y lo que dice el computador. O porque queman la luz del check engine para tapar fallas que se pueden originar por este cambio", alerta.

Reticencia

La mala práctica de alterar el odómetro se realiza porque existe cierta reticencia a comprar vehículos con más de 100.000 kilómetros recorridos porque se tiende a creer que pueden fallar más.

"La gente cree que un auto con más kilometraje es más problema, pero todo depende de cómo lo cuiden. Tengo un auto de 2003 con 300.000 kilómetros y anda impecable. Es cosa de revisarlo bien, hacer un presupuesto de mecánica preventiva a la hora de comprar un auto usado y planificar las mantenciones", destaca Catalán.

El problema de comprar un vehículo con kilometraje cambiado es que quedan mantenciones o cambios sin hacer. Y si no se ejecutaron en el plazo, la reparación será mucho más costosa. El ingeniero mecánico Alfonso Zúñiga, docente de la Escuela de Mecánica Automotriz de Duoc UC, sede San Joaquín, explica que tras los 100.000 kilómetros hay que cambiar la correa de distribución, que cuesta entre $100.000 a $120.000.

"Si no se hace, se echa a perder el motor y hay que empezar a cambiar piezas. La reparación puede salir $3.000.000 fácilmente", calcula.

Catalán añade que a partir de los 100.000 kilómetros también hay que cambiar el líquido del sistema de transmisión.

Dónde ver el kilometraje

Hay varias formas de chequear el kilometraje de un automóvil. Una opción gratuita, pero lenta es en la página Planta de Revisión Técnica (www.prt.cl) del Ministerio de Transportes. Se ingresa la patente del vehículo en el buscador "Mi revisión Técnica" para conocer el historial, donde aparecen los meses y años del chequeo. Luego, en la sección Descargas, hay que seleccionar el año (desde 2015 en adelante) y mes de la revisión donde se despliegan varias carpetas. Cualquiera de ellas contiene una planilla Excel con todas las patentes revisadas en ese periodo, donde se detalla marca, modelo, año de fabricación, número de motor y también el kilometraje del vehículo al momento de la revisión técnica.

El reporte rápido se obtiene en la plataforma Autofact. Se compra el informe full por $7.990. Allí se señala el kilometraje en cada revisión técnica, pero también historial de venta, de infracciones u otros.

"Aunque a veces hay errores este documento puede ser referencial para tener información fidedigna. Otra opción es ir directo al taller que hacía la mecánica del auto", indica Catalán. Zúñiga agrega otra manera: "Hay vehículos más nuevos que tienen unas smart key, llave inteligente que recoge la información del vehículo, aunque depende del nivel de seguridad de cada marca, pero podría aparecer si el kilometraje tuvo algún cambio".

Destaca que en general un auto recorre unos 20.000 kilómetros al año.

"Con ese promedio se puede proyectar en el tiempo, en cinco años debería registrar alrededor de 100.000 kilómetros", cuenta.

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