El subsecretario de Bienes Nacionales, Sebastián Vergara (41 años), cuenta que desde que le detectaron un cáncer testicular se la pasa consultando a sus amigos y compañeros de trabajo si ya se hicieron el examen de próstata. "Ando de sicópata por la vida, a todos les he preguntado: usted tiene más de 40, ¿ya se hizo el examen? Este gallo está loco, me contestan".
"Cuando cumplí los 40 seguí la recomendación que hacen los urólogos de que los hombres, a partir de esta edad, tenemos que comenzar de manera regular los exámenes de próstata, a través del antígeno prostático, y de ecotomografía testicular. Son los exámenes básicos preventivos que todos los hombres debiéramos hacernos", comenta.
En su oficina, en Alameda con Santa Rosa, el geólogo de la Universidad de Chile recuerda que antes de iniciar la quimioterapia se rapó la cabeza para evitar la experiencia de que su cabello se cayera a mechones. Ahora, para paliar el frío, usa boina. "Quiero decirles a los hombres que vayan al médico, y también quiero destacar que los chilenos somos buenos para reír de cosas que no debemos. Lamentablemente, el tema de examen de próstata es una marea de chistes machistas que retrasa aún más algo súper normal. Acá es motivo de risas, de tallas de doble sentido y que causa el efecto de que los hombres vayamos tarde al urólogo, sumado a que es indoloro", reflexiona.
Y añade: "En cambio, en las mujeres, con el cáncer de mamas, está bien comprendido que tienen que autopalparse, es súper normal y nadie tiraría una talla con eso. Por favor, dejen de festinar con el examen de próstata, háganse el examen, porque hace la diferencia, gracias a que me hice el examen hoy día estoy con vida".
¿Cómo descubrió este cáncer?
"No tuve ningún dolor, ningún síntoma. En mi caso, que lo haya hecho de manera preventiva significó la diferencia. Me hice el examen la última semana de noviembre del año pasado y por internet pude ver que el antígeno prostático me salió negativo, es decir, que no tenía cáncer de próstata, pero me llamaron porque la ecotomografía salió alterada, debía acudir al urólogo porque se detectó claramente un cáncer testicular".
¿Ahí inició tratamiento?
'El primer tratamiento fue una orquiectomía. El 6 de diciembre me extirparon el testículo donde está alojado el cáncer y lo sometieron a una biopsia por siete semanas, y se confirmó que era cáncer testicular no seminoma, que son las células del testículo, distintas a los espermios, que se transformaron en cáncer e hicieron metástasis mucho más rápido. En febrero tenía metástasis en los ganglios, el hígado y el pulmón, donde tenía más de 35 tumores. A partir de eso empecé la quimioterapia, 20 en total, entre febrero y junio. Estuve 14 días hospitalizado y el resto del tratamiento fue ambulatorio".
¿Tuvo síntomas previos?
'El cáncer testicular es indoloro, pero lo pillé muy incipiente. En mi caso, si bien había metástasis, en esos órganos todavía no hacía daño en términos funcionales, había nódulos, pero no afectaban mi capacidad respiratoria. La orquiectomía es una operación no invasiva, fácil, no se nota, puedo seguir teniendo hijos y no tiene nada que ver con perder la libido o no tener erecciones, porque el otro testículo asume las funciones del testículo desaparecido".
¿Cómo tomó su diagnóstico inicial?
"Eso fue lo más duro porque en Chile la palabra cáncer es sinónimo de morirse, además, fue muy rápido. Un día estaba trotando y haciendo deporte y al otro día estaba hospitalizado. Mi recuperación fue rápida, porque no tenía enfermedades de base como obesidad, diabetes, hipertensión, entonces, la quimioterapia, que es súper invasiva, no me pegó tanto". Imagino sintió pena.
"Primero tuve un shock de mucha tristeza, apesadumbrado, pero hubo cosas que hicieron la diferencia en mí. La primera, que estaba bien físicamente, lo segundo que mis amigos estuvieron, y pese a que no me podían visitar, porque tenía las defensas bajas, los colegas del gabinete, los subsecretarios me mandaban videos, saludos. Los ministros me llamaban, eso fue impagable. El Presidente Boric fue extremadamente humano, cálido, amoroso".
¿Y su familia?
"Me sentí acompañado todo el tiempo, llevo 18 años con mi señora y tenemos dos hijos, Amanda de 8 y Vicente de 12, y la fe en Dios; está demostrado que quienes tienen fe soportan mejor procesos de estrés, tienen más resiliencia. El médico estaba asombrado que en el escáner inicial tenía 35 nódulos en el pulmón y en el escáner final tenía cero tumor en el pulmón y el hígado. Sigue un pequeño tumor en el ganglio, que es superable, sigo en observación una vez al mes".
¿Qué recomendaciones tuvo?
'La principal recomendación es alimentación saludable, lejos de azúcares, frituras y harinas blancas; recobrar el ejercicio, pero con kinesiólogo, por la pérdida de capacidad pulmonar, y para mí la actitud mental, la fe en Dios, el cariño de la familia y amigos hacen la diferencia. Ahora que ya volví a la pega debo alejarme de las aglomeraciones, y andar con mascarilla, porque la quimioterapia baja mucho el sistema inmune".
El subsecretario concluye: "Durante las quimioterapias, que eran de 8.30 a 3 de la tarde, me hice amigo de todos los pacientes y enfermeras y concluí que esto no es una lucha, no estábamos dando la batalla, porque uno no elige el cáncer y luchar. Esto es una enfermedad que tiene un tratamiento. Hay una carga emocional en eso de la lucha, no es que alguien pierde porque no quiso batallar".