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Sufrió un TEC cerrado y ni se enteró de la tragedia al final del partido

El clásico entre Naval y Lota Schwager por el Grupo Sur de la Tercera División B estaba destinado el domingo a ser una fiesta, con ambos elencos peleando la punta de la tabla en el estadio El Morro, pero no se llegó ni al pitazo final y el partido concluyó con múltiples heridos. Un jugador navalino, Jhan Moraga, terminó con un TEC cerrado, aunque su caso no tiene nada que ver con las peleas, bengalas y cortes con arma blanca que hubo en la cancha, mientras él iba grave camino al hospital Higueras de Talcahuano.

En el minuto 90, cuando el pleito estaba 2-2, fue a un cruce y cayó mal con todo el peso de su cuerpo encima. Quedó inmóvil cerca de la línea lateral. "Un compañero, uno de los primeros que me fue a ver, se asustó. Me contó que tenía los ojos blancos y que se me recogió la lengua. Estuve como 15 minutos ido. No recuerdo nada. Caí y quedé inconsciente. También me dijeron que tuve convulsiones en la pierna derecha", cuenta.

El defensor estuvo 16 minutos tendido en el pasto, atendido por los cuerpos médicos de ambos elencos y la desesperación de su familia. A ratos lo pusieron de lado, le taparon las piernas. Llegó a auxiliarlo bomberos y a los minutos asomó una ambulancia que se lo llevó urgente.

"Recuerdo que luego de un gol de Lota tiraron una bengala que quemó la cancha y luego ya me borré. Llegué al hospital y no podía hacer nada. Vomitaba, me giraban para que no me ahogara y estaba completamente inmovilizado, muy incómodo, afirmado de cuello, manos y pies dentro de la ambulancia y también en el hospital. Me tuvieron con remedios para las náuseas toda la noche, con mucho dolor y ganas de seguir vomitando", cuenta.

Moraga nunca supo que en su estado de inconsciencia el otro equipo que les pelea el liderato, Malleco Unido, hizo el 1-0 sobre Rancagua y que su partido se reanudó 17 minutos después. Tampoco que en el 111 las barras de Naval y Lota se agredieron, se tiraron bengalas, petardos, hubo fuego cerca de la tribuna, asomaron hinchas con cuchillos y sables.

El presidente de Naval, Edogimo Venegas, advirtió que pondrá una querella contra los responsables de la violencia, mientras que desde Lota informaron que el padre de un jugador fue apuñalado con un arma cortopunzante y un menor de 13 años recibió una puñalada que le perforó el pulmón. Hasta este martes seguía en la UCI de un hospital en Concepción. Lota también anunció acciones legales contra los agresores.

"Yo desperté llegando al hospital y quería saber cómo íbamos. Después Sasha (Silva), mi polola, me contó que llegó gente de Lota apuñalada y que me salvé de una peor. Lo mío fue netamente del partido. Me dieron el alta y llegué a mi hogar en Talcahuano, el doctor me dijo que fue un TEC cerrado y el neurólogo me explicó que tenía manchas de sangre por dentro de la cabeza, todo interno, no hubo reventón. Horas después me volvieron a hacer un scanner y ya no tenía nada. Seguro se disolvió con los remedios que me dieron".

"De a poquito estoy mejorando, sigo con bastante dolor de cabeza, pero con los remedios se me ha ido pasando. Sinceramente no sé qué tipo de golpe tuve. Lo último que recuerdo es que hicimos un gol, yo lo celebré y después desperté en una ambulancia del hospital donde iba mi mamá y un enfermero. Me mostraron un video donde caigo como un pescado, según mi hermana chica. Ella me vio, se asustó y se puso a llorar", agrega.

Jhan Moraga es ingeniero en ejecución industrial y en sus ratos libres hace tutorías de matemáticas (@tutorías mm, en Instagram) para complementar ingresos. "Es que hago varias cosas. Soy un maestro chasquilla por así decirlo y con las clases me salvó un poco. Trabajaba en una empresa de ingeniería de montaje, pero se abrieron los cupos sub 25 en la Tercera B y ni lo pensé. Renuncié y volví al fútbol con Naval. Soy defensa central, sabíamos que iba a ser un clásico, nos peleábamos la punta y cuando pregunté por otros resultados, después de nuestro empate 2-2, me enteré de que ganó Malleco y quedaron punteros. En estos momentos no puedo ver televisión, estar mucho frente al celular ni pararme bruscamente. Debo comer poco porque si me paro, me mareo y me dan ganas de vomitar otra vez. Tengo que estar una semana en cama, luego ir probando con un rastreo deportivo, trotar y si me mareo mucho tengo que volver al hospital", cuenta el futbolista.

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